Estas fotografías realizadas por Emilio Beauchy Cano muestran el hundimiento del cimborrio de la Catedral de Sevilla, que tuvo lugar hacia las tres de la tarde del 1 de agosto de 1888. Al parecer, un terremoto de baja intensidad dio lugar a la rotura de un pilar, el cual, tras arrastrar cuatro arranques de bóvedas que descansaban en él, provocó el hundimiento del crucero y la destrucción de parte del órgano, la verja, la vidriera y varias estatuas de la Catedral. La noticia fue recogida en La Ilustración Española y Americana, entre otros medios de comunicación escritos, como puede verse en una de estas fotografías. Sin embargo, ya se había hundido anteriormente, el 28 de diciembre de 1511, solo cinco años después de su terminación. Su gran monumentalidad y altura, pues llegaba al cuerpo de campanas de la Giralda, originaron que los pilares no pudieran soportar el enorme peso. El cimborrio fue reconstruido en 1518, aunque incompleto, según el proyecto original.