La magia de recrear, repetir patrones o usar modelos de forma reiterada conforman la memoria fotográfica más personal de los fotógrafos. Y en los Beauchy, hay muchos elementos que hablan de su desarrollo creativo. Uno de ellos tiene que ver con un niño.
¿Quién es ese niño?
En nuestra labor de recopilación y documentación del legado fotográfico de los Beauchy, nos encontramos con un niño que aparece de forma reiterada en algunas fotos de monumentos de Sevilla y que fueron realizadas por Emilio Beauchy Cano hacia 1889. Estas fotos estaban destinadas a ser vendidas como tarjetas postales a los turistas y familias pudientes, formando parte de algún álbum de los que se comercializaban.
Hasta el momento, hemos identificado al mismo niño en cinco fotografías determinantes realizadas por Emilio Beauchy Cano. Dos de ellas en la Galería del Patio de la Casa de Pilatos (imagen superior y derecha) y tres en el Real Alcázar de Sevilla, concretamente delante de la fachada del Palacio del Rey Don Pedro, en el Patio de las Muñecas y en el Salón de Doña Mª de Padilla. Y todas con el mismo niño.
Este niño, que mira siempre al espectador, le sirve al fotógrafo de escala para establecer mejor las proporciones del monumento protagonista, e incluso le otorga a la imagen cierto ‘tipismo’, pues posa con una indumentaria bien escogida para cada ocasión.
Si tenemos presente el acta de matrimonio de Emilio Beauchy Cano con María de la O García Palacios, oficiado en 1880 en la Iglesia del Sagrario de la Catedral, y la partida de bautismo (1883, Iglesia del Salvador) de su único hijo, el niño que aparece en estas imágenes podría ser Julio Beauchy García, que le acompañaría en algunas de sus visitas a estos monumentos y que, por esas fechas, tendría unos 6 años de edad.
En este caso, gracias a la edad estimada del niño, tenemos una referencia casi exacta para datar estas fotografías de Beauchy, y no como habitualmente hacemos, teniendo presente las fechas de apertura y cierre de los estudios fotográficos, de manera menos precisa.
Otros modelos como referentes
Sin embargo, encontramos más imágenes en las que se utliza un niño como referente, como la magnífica fotografía del Paseo de las Delicias de Sevilla. Este niño ya podría no ser el mismo, pero no hay duda de que también está posando para él, con un sombrero e indumentaria estival:
O este, en la portada de la Iglesia del Convento de Santa Paula:
E incluso este otro, ya más mayor, que asoma detrás de una de las columnas junto a la Puerta del Perdón de la Catedral de Sevilla:
Y seguimos encontrando más niños en las imágenes de Emilio Beauchy Cano, por ejemplo en grupo, como la fotografía de la Muralla Romana de Sevilla.
Los grupos de personas como complemento al fondo monumental (paisajista, arquitectónico…) que esté retratando el fotógrafo, es otro de sus sellos más personales. Destacamos, en este caso, una imagen de tipo costumbrista folclórica y algo artificiosa (nada común en él), como la del Muelle desde Los Remedios, tomada desde el Puerto de la Muela, de donde salieron Magallanes y Elcano, en la que aparecen posibles Cigarreras con algunos niños, quizás esperando la barca que les cruzaría desde Los Remedios al Paseo Colón de Sevilla:
Curiosamente, esta foto (imagen superior) le sirvió al escritor J. Vázquez Parladé para situar en ese lugar a algunos de los personajes de su novela Sevilla en verde y violeta (pág. 126), aunque el autor no reconoció en dicha publicación la autoría de la imagen realizada por Beauchy.
Y, como último apunte, recordar que el propio Emilio Beauchy Cano pudo atreverse a servir de modelo en una de las imágenes de la serie sobre el anfiteatro de Itálica (justo donde se resuelve el destino de los reinos en Juego de Tronos) para que el espectador pudiera tener una proporción referencial de las dimensiones del monumento. Pero esto es ya otra historia.