Estas fotografías realizadas por Emilio Beauchy Cano documentan el hundimiento del cimborrio de la Catedral de Sevilla, que tuvo lugar hacia las tres de la tarde del 1 de agosto de 1888.
El reportaje gráfico de Beauchy Cano fue publicado, entre otros medios de comunicación escritos, en la revista La Ilustración Española y Americana de la que fue portada el 15 de agosto de 1888.
El suceso se originó por el hundimiento de un pilar del lado de la Epístola de la Catedral. Este en su caída arrastró el cimborrio y parte de las bóvedas cuarta y quinta, provocando con ello la destrucción del órgano cercano a la Epístola y de la verja del coro, junto con gran parte de la sillería del siglo XV.
Por suerte no hubo que lamentar víctimas, a pesar de encontrarse en ese momento trabajando, en labores de restauración, un buen número de operarios. Estas obras se iniciaron en 1882 a las órdenes del arquitecto Adolfo Fernández Casanova y aunque tuvieron tiempo de sustituir otro pilar, distinto al caído, la catástrofe no pudo ser evitada.